viernes, 18 de mayo de 2007

Lo injusto de la edad

Un tipo cuidaba mucho de su cuerpo. Era completamente narcisista, estilista y tomaba mucho sol.
Una mañana se paró desnudo frente al espejo para admirar su cuerpo, y notó que estaba todo bronceado, a excepción de su pene.
Entonces decidió hacer algo al respecto. Fue a la playa, se desvistió completamente y se cubrió todo de arena, menos aquello.
Dos ancianitas venían caminando por la playa. Una de ellas usaba bastón para ayudarse a caminar.
Al ver esta cosa saliendo de la arena, la que tenía el bastón comenzó a darle vueltas alrededor, observándolo.
Cuando se dio cuenta de lo que era, dijo: "No hay justicia en el mundo". La otra ancianita, que también observaba con curiosidad, le preguntó a qué se refería.
La del bastón contestó:
- "Mire, mija.
Eso..., a los 20 años, me daba curiosidad;
A los 30 me daba placer;
A los 40, tenía que pedirlo;
A los 50, tenía que pagarlo;
A los 60, rezaba por él;
A los 70 me olvidé que existía.
Ahora que tengo 80 crecen en el suelo, y......ya estoy muy vieja para agacharme..."

Rete disnorante

Anda María, abre la puerta que no te va a pasar nada malo.


Sólo vamos a gozar mucho!

- No, siñor, tese quieto!.

- Mira María, si abres te aumento el sueldo...

- ¿Y luego quí li dizimos a la patrona?

- Pues nada, ella no tiene por qué enterarse de nada.

- Ta bueno, patrón, pero pase por dibajo di la puerta

su zirtificado de que no tiene SIDA.

Don Luis recuerda el chequeo médico que se acaba de practicar y le pasa hasta su acta de nacimiento, ante lo cual María por fin cede y Don Luis se da el gustazo.

Al rato ya calmado y disfrutando de un buen tabaco, le dice Don Luis:

- ¡Caramba, María, no sabes leer ni escribir, pero qué
bien estás enterada de las cuestiones de salud!

- Si, patroncito, yo seré disnorante, muy disnorante, rete disnorante, pero esto del Sida no me lo pegan dos veces!

Un padre y una monja

Cierta vez, un padre y una monja regresaban para el convento


Al caer la noche, vieron una cabaña en medio del camino y decidieron entrar para pernoctar y proseguir el viaje al siguiente día.

Al entrar a la cabaña, vieron que había apenas una cama de pareja. El padre y la monja entraron y después de algunos segundos de silencio, el padre dice:


* Hermana, puede dormir en la cama que yo duermo
aquí abajo.

Y asi hicieron. Mientras tanto, en medio de la madrugada la hermana despertó al padre:

* Padre!!! esta despierto?
El padre medio dormido:

* Ja,?! Ahhhh, hermana, diga que fue?

* Ahhh …. Es que estoy con frío. Puede ir a buscarme una cobija?

* Si hermana, con seguridad!!!

El padre se levanto, fue a buscar una cobija al armario y cubrió a la hermana con mucha ternura. Una hora después, la hermana despierta al padre nuevamente:

* Padre!!! Todavía esta despierto???

* Ja? Hermana… y que fue ahora?

* Es que ahora estoy con frío. Puede darme otra cobija?

* Claro hermana, con seguridad!!!

Una vez más el padre se levanto, lleno de amor y buena voluntad para atender el pedido de la hermana. Otra horapaso y una vez mas, la hermana llamo al padre:

* Padre. El señor sigue despierto?

* Si hermana!!! Y que fue ahora?!

* Es que no he podido dormir. Sigo con mucho
frío.

Finalmente, entendiendo las intenciones de la hermana, el padre entonces le dice:

* Hermana, estamos aquí los dos solos,
cierto?

* Cierto!!

* Lo que ocurre aquí, y lo que deba de ocurrir, solo nosotros dos lo sabremos y nadie mas, cierto?

* Cierto!

* Entonces tengo una sugerencia.... Que tal si fingimos ser marido y mujer?

La hermana entonces se lleno de alegría en cama y dice:

* SI! SI!

Entonces el padre cambia el tono de la voz y grita:

* ENTONCES, PARATE !!! TE LEVANTAS Y VAS A BUSCAR
LA MIERDA DE COBIJA!!!

(SI pensaste que iría a tener un final erótico, reza
10 ave marías y 20 padre nuestros por los malos
pensamientos...)

Relaciones insatisfactorias

Se encuentra una pareja de ancianos que tenían 40 años de casados y la ancianita se encuentra en las últimas. La viejita dice: "Viejito, siento que me voy. Abre el cajón del ropero y saca la cajita que tengo ahí."

El viejito abre el cajón y saca la cajita, la abre y encuentra tres huevos y cien mil pesos. El viejito le pregunta: "Qué significa esto". A lo cual la viejita responde: "Mira viejito, cada vez que teníamos relaciones insatisfactorias colocaba un huevo en la cajita."

El viejito, asombrado, piensa: "Tres huevos, significa sexo insatisfactorio tres veces en cuarenta años: soy todo un garañón." Entonces, le pregunta a la viejita: "¿Y los cien mil pesos?"

Contesta la viejita: "¡Ay viejito, es que cada vez que juntaba una docena la vendía!"

via: The Keeper Of The 7 Keys


miércoles, 16 de mayo de 2007

Esto es un stop


via: mierdas.es

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